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jueves, 29 de marzo de 2012

RAMÓN TORRAS Y LA REGULARIDAD


  Ramón Torras será siempre recordado como aquel hombre valiente, rápido, audaz o inconsciente según algunas apreciaciones, que murió en un estúpido accidente en un día desangelado, en una carrera local sin la más mínima importancia, que se corrió en las calles de una urbanización de veraneo llamada “Brisamar”, Torras estaba probando la moto que debería de utilizar pocos días mas tarde en el famoso y no menos peligroso TT de La Isla de Man, que en aquella época era carrera válida para el campeonato del mundo de velocidad, el estado del terreno al no ser un circuito cerrado no era el mas ideal, agravado además por la humedad provocada por la lluvia, asimismo el borde de la pista era totalmente urbano con aceras y bordillos y jalonado por arbustos y  árboles que en última instancia cercenaron casi instantáneamente la vida del incipiente campeón, sin embargo el campeón y sus otros cuatro compañeros de partida los también ya muy conocidos, Cañellas, Medrano, Escuder y Alsch si hubieran sido preguntados en aquel momento, nos hubieran respondido con toda seguridad que no era seguramente el peor circuito en el que habían corrido.....
  Torras cayó durante la disputa de la competición rompiendo la cúpula de su Bultaco, sin embargo lejos de abandonar, lo que hubiera sido lo mas prudente teniendo en cuenta las circunstancias se levanto, he impelido de aquel amor propio y ansias de vencer insuperables, volvió a recuperar la cabeza y faltando unos centenares de metros para llegar a meta su moto derrapó, no se sabe si por exceso de fogosidad o por una avería de la moto tal y como afirmaron algunos, la triste realidad es que después de chocar con un primer árbol, segó posteriormente un enorme  arbusto, para finalmente moto y piloto impactar brutalmente contra otro árbol, su cuerpo fue retirado a pesar de todo todavía con vida, pero a los pocos minutos falleció consecuencia del golpe sufrido en su cabeza, impacto que tuvo que ser terrible, tal como demuestra la raja de su casco.
Traslado de Ramón a la enfermería      fuente    http://www.motosclassicas70.com.br/
   Torras sin embargo no solo fue un velocista destacado, realmente este joven sabadellense era bueno pero que muy bueno en todo lo que hacía sobre un vehículo de dos ruedas, tal como atestiguan sus resultados en motocross, carreras en cuesta tanto en motocicleta como en sidecares donde tanto pilotándolos como de paquete de "Tiger" su descubridor, consiguió magníficas clasificaciones, sin embargo me gustaría en este pequeño escrito sobre Ramón,  centrarme en sus actuaciones en Rallies y pruebas de regularidad, una faceta creo que menos conocido tanto de el como de otros pilotos, este tipo de pruebas me dan la sensación de no ser muy apreciadas y valoradas por los aficionados, pero particularmente a mi que me gusta ser adjetivo y analizar los hechos, les doy mucho mas valor del que realmente se les da.
De arriba a abajo ficha del III Rallye de Otoño del RMCC, clasificación final y crónica del propio club, destacar que uno de los componentes de la pareja vencedora es el también famoso velocista Carlos Giró               fuente archivo del  RMCC
   La regularidad entendida como todas las especialidades que la componían, era una actividad fundamental para los pilotos de los años 50, 60, y principios de los 70, ya que en un país como el nuestro en que no había un solo circuito permanente era una de las pocas maneras de, por un lado los pilotos mantener la forma y entrenar, y por otro las marcas probar diversos componentes o testear las nuevas motos de calle antes de la producción, como en el caso de los 1000Km de 1961, en las que los prototipos de la Ducati 175cc fueron testeados por el equipo Fargas-Arenas, aprovechando que generalmente se disputaban en otoño-Invierno fuera de la temporada de velocidad.
De arriba a abajo diversas instantáneas del III Rallye de Otoño de 1963, en la primera vemos a una pareja de concursantes observando el recorrido, en la del centro una pareja formada por un coche y una motocicleta ya que en este tipo de modalidad los equipos mixtos estaban permitidos, en este caso son la pareja vencedora con Jaimé Giró en el coche y Carlos Giró en la moto, la distancia entre los componentes de una pareja no debían de superar un tiempo bastante estricto en segundos que creo no podía ser superior a los 5", en la imagen inferior vemos a Torras limpiando la cúpula y su compañero Sánchez sonriendo al cámara, se puede observar que el mando de la pareja recaía en Sanchez que es el que lleva el "Road book" en su moto.                                                                                                                 fuente archivo  RMCC
 Era por eso que no era nada anormal encontrar velocistas tan importantes en la época como los Hnos. Sirera, Ricardo Fargas, José Mª Busquets , Carlos Giró, Carlos Rocamora, Marcelo Cama o Ramón Torras, lo que indica a las claras que ellos y sus marcas si le daban a este tipo de pruebas la importancia que merecían.
XLII Prueba de invierno por equipos, la misma pareja cuya ficha se adjunta consiguió en esta ocasión la victoría tal y como atestigua la clasificación, pienso que con esta primera victoria finalizó la faceta regularista de Torras, dedicándose a partir de este momento exclusivamente a la velocidad.                                      fuente archivo del RMCC
   Según mis archivos, me consta que Ramón Torras disputó únicamente cinco pruebas de regularidad, las tres primeras se saldaron con resultados bastante flojos. sin embargo las dos últimas efectuadas en las temporadas 1962 y 1963 ya como piloto oficial Bultaco se saldaron con dos magníficos 2º y 1º respectivamente, lo que dice mucho a favor de Torras y seguramente de su coequipier en ambas, José Sánchez que era un experto regularista, y que pueden poner en duda hasta cierto punto, la fama de hombre alocado e inconsciente que se le atribuye, ya que si de algo tenían que presumir las figuras de la regularidad, era el de tener un control absoluto del cronómetro manteniendo una media estricta y una distancia entre los componentes del equipo, en la que las precipitaciones eran malas consejeras.

Documentación procedente del archivo histórico del RMCC.

Josep Mª Galindo

viernes, 23 de marzo de 2012

LA PRIMERA MONTESA FABRICADA EN COMPETICION

   Tal como explica la página Montesaweb, dedicada a explicar la historia de esta marca catalana, la primera motocicleta construida cuyo número de bastidor era el MB-0001 fue adquirida por el propio Pere Permanyer.
Hoja de inscripciones de la Carrera en Cuesta a  Vallvidrera    fuente  RMCC
Permiso gubernativo              fuente RMCC  
 Ya desde los inicios y en estos primeros años la competición fue una de las razones de ser de esta marca, sin embargo hemos  de comprender que todo y esta motivación, y más teniendo en cuenta la pequeña producción inicial de solo dos motocicletas diarias, las máquinas dedicadas a la competición serían muy escasas, por eso no es de extrañar que incluso se utilizaran las de los propios directivos, que adquirieron  para propio su uso las primeras unidades.
Listado de premios en metálico        fuente  RMCC
    En mi búsqueda de datos históricos de nuestro motociclismo, me he encontrado con la agradable sorpresa de que una de estas máquinas utilizadas en competición, fue precisamente esta primera unidad de fabricación, encontrando documentación fehaciente de su participación en la carrera en cuesta a Vallvidrera celebrada el 24 de marzo de 1946, cuando ni siquiera hacía un año que Montesa existía.
Folleto comercial de Montesa del modelo utilizado en la carrera    fuente RMCC
Reverso del folleto  especificando cilindrada del motor y sus cotas, se ve claramante el número del motor y del chásis   fuente     RMCC
  Ha sus mandos uno de los más emblemáticos pilotos de aquellos tiempos heroicos de la marca, José Mª Llobet más conocido por su sobrenombre, “Turuta”, este compitió en la categoría de hasta 100cc comercial, el resultado viendo el tiempo conseguido y la diferencia con el resto de clasificados en su categoría, sería considerado hoy en día de escándalo.
Solicitud del documento de certificación solicitado por Montesa al RMCC   fuente  RMCC
Copia del certificado enviado por el RMCC a Montesa   fuente  RMCC
 Entre la documentación aportada, el todavía preceptivo permiso de autoridad competente para poder efectuarse la prueba, todo y que ya habían pasado 10 años desde que la guerra había finalizado, además de un sencillo folleto comercial de la moto en B/N, en su reverso el número de chasis y motor, en el que se observa que al escanear y con el paso de los años la moto se trasparenta en este reverso, además de un listado con los premios en metálico ofrecidos, algo no muy usual en las carreras en cuesta.
Borrador de la clasificación
Clasificación oficial ya en limpio   fuente  RMCC
 Sin embargo lo más curioso, es la solicitud de certificación sobre la máquina victoriosa que hace el fabricante, una manera fácil y barata de rentabilizar comercialmente la victoria conseguida en la categoría, y que el RMCC certifica con un escrito dirigido a la empresa fabricante.
Relación de trofeos concedidos   fuente  RMCC
 Finalmente las hojas de los resultados oficiales, incorporando tanto la del borrador inicial, como la definitiva en limpio y un listado de trofeos.
Reseñas de periódicos de la época       fuente  RMCC
 Asimismo adjunto unas reseñas de periódicos de la época amarilleados por el paso de los años con la crónica de la competición, he colocado los referentes a diarios    ya desaparecidas y de mas difícil consulta.

   Josep Mª Galindo

jueves, 22 de marzo de 2012

Primeras carreras post guerra civil


PRIMERAS CARRERAS POST GUERRA CIVIL

   Ya en el mismo año 1939, el Moto Club Cataluña que había perdido en tiempos de la república su prefijo de Real por motivos evidentes, intentó volver a la normalidad organizando una prueba de regularidad, una modalidad muy extendida en su tiempo. La prueba se debería de haber celebrado el día 10 de diciembre de, “el año de la victoria” tal como reza la convocatoria.
Era evidente que la prueba se disputó cuando le convino a la autoridad    fuente RMCC
  Sin embargo y para permitir la participación de los “ENLACES MOTORIZADOS DE FRENTES Y ESTADOS MAYORES” tal como se puede leer en uno de los documentos publicados, se retrasó hasta el siguiente domingo día 17, lo que desconocemos es de qué forma y manera se consiguió ese aplazamiento.
Hoja de inscripción reciclada de uno de los escasos participantes civiles.   fuente    RMCC
   Como se observará en uno de los documentos de inscripción cursados por la oficina de dichos enlaces, la totalidad de las motocicletas eran BMW, ni decir tiene que formaban parte del lote de material facilitado por el ejército alemán como ayuda de guerra a los golpistas, ahondando un poco más en las marcas de las motocicletas, y observando las inscripciones de los primeros años 40, en los que la participación de diferentes equipos del ejército y policía era harto frecuente, he podido determinar que Alemania suministró como ayuda de guerra tres marcas diferentes.

Hoja múltiple de inscripción de los enlaces motorizados.    fuente  RMCC
    BMW asignada a los enlaces de estado mayor, ZUNDAP asignadas al grupo de automovilismo del ejército de tierra y las D.K.W. asignadas a la policía de tráfico, de esta manera coherente, se facilitaba el mantenimiento de los parques motorizados.
Las inscripciones militares no acababan nunca, "Ha estas listas seguirán otras" fuente RMCC
   Tenemos también aunque incompleta, una pequeña crónica de la carrera, más interesante se nos antojan las hojas de inscripción obligatorias para los participantes civiles, ya que los militares como vemos los inscribía la propia oficina de enlaces en bloque.
Parte de la crónica oficial de la competición.   fuente RMCC
   En una época en que la guerra hacia pocos meses que había finalizado, la escasez de materiales de todo tipo era crónica, por lo que se intentaba aprovechar al máximo los recursos disponibles, el moto club disponía como es lógico de cientos de hojas de inscripción, editadas en catalán idioma utilizado por el club antes de la guerra.
   Evidentemente al finalizar la guerra el catalán fue un idioma perseguido totalmente, un ejemplo constatado y fácilmente verificable fueron las placas con indicaciones existentes en los tranvías de BCN en las que costaban las indicaciones en idioma castellano y catalán, fueron desmontadas una a una y fresada la frase catalana del letrero para posteriormente ser montada otra vez.
Hoja original de inscripción en catalán purificada con un ARRIBA ESPAÑA en rojo ¡¡¡¡   fuente  RMCC
   Respecto a las hojas de inscripción estas eran exclusivamente en catalán, sin embargo alguien debió de tener la brillante idea de reciclarlas, utilizando a tal efecto el reverso en blanco de la hoja de inscripción,  que con una pasada de ciclostil podía ser reutilizada,  purificando el lado con el idioma maldito con un generoso  ¡¡¡ Arriba España ¡¡¡, lo que no tengo claro es que no les reprendieran por hacerlo de color rojo…..

Josep Mª Galindo